Energía lumínica
es la fracción percibida de la energía transportada por la luz y que se manifiesta sobre la materia de distintas maneras, una de ellas es arrancar los electrones de los metales, puede comportarse como una onda o como si fuera materia, pero lo más normal es que se desplace como una onda e interactúe con la materia de forma material o física. La energía lumínica es de hecho una forma de energía electromagnética.
ENERGÍA QUÍMICA
La Energía química es la que se produce en las reacciones químicas. Una pila o una batería poseen este tipo de energía. Ej.: La que posee el carbón y que se manifiesta al quemarlo. La energía química, por lo tanto, es aquella producida por reacciones químicas. Un ejemplo de energía química es la que desprende el carbón al quemarse. Las pilas y las baterías también poseen energía química.
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Flujo De Energía
producto químico es un conjunto de compuestos químicos (aunque en ocasiones sea uno solo) destinado a cumplir una función. Generalmente el que cumple la función principal es un solo componente, llamado componente activo. Los compuestos restantes o excipientes, son para llevar a las condiciones óptimas al componente activo ), darle mejor aspecto y aroma, cargas (para abaratar costos), etc.
Por "producto químico" se entiende toda sustancia, sola o en forma de mezcla o preparación, ya sea fabricada u obtenida de la naturaleza, excluidos los organismos vivos. Ello comprende las siguientes categorías plaguicida, (incluidas las formulaciones plaguicidas extremadamente peligrosas) y productos de la industria química.
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Cuál es la importancia de la química?
La química es el estudio de la materiay sus interacciones con otras energías y materias. A continuación veremos importancia de la química y por qué debería estudiarla.
La Química tiene una reputación de ser una ciencia difícil y aburrida, pero en gran medida, la reputación que la precede es inmerecida. Los fuegos artificiales y explosiones se basan en esta ciencia, por lo que no es una ciencia que aburra aunque la acusen de ello. Si tomas clases de esta ciencia, podrá aplicar la lógica y las matemáticas , por tanto si estas áreas no son tu fuerte puede hacer el estudio de la química todo un desafío. Al fin de cuentas, cualquier persona puede entender los conceptos básicos de cómo funcionan las cosas del mundo, y ese en definitiva es el estudio de la química. En definitiva, la importancia de la quimica orgánica o inorgánica es la que explica el mundo que te rodea.
Por "producto químico" se entiende toda sustancia, sola o en forma de mezcla o preparación, ya sea fabricada u obtenida de la naturaleza, excluidos los organismos vivos. Ello comprende las siguientes categorías plaguicida, (incluidas las formulaciones plaguicidas extremadamente peligrosas) y productos de la industria química.
La Química tiene una reputación de ser una ciencia difícil y aburrida, pero en gran medida, la reputación que la precede es inmerecida. Los fuegos artificiales y explosiones se basan en esta ciencia, por lo que no es una ciencia que aburra aunque la acusen de ello. Si tomas clases de esta ciencia, podrá aplicar la lógica y las matemáticas , por tanto si estas áreas no son tu fuerte puede hacer el estudio de la química todo un desafío. Al fin de cuentas, cualquier persona puede entender los conceptos básicos de cómo funcionan las cosas del mundo, y ese en definitiva es el estudio de la química. En definitiva, la importancia de la quimica orgánica o inorgánica es la que explica el mundo que te rodea.
ENERGÍA EN EL HOGAR
QUÉ ES UN HOGAR
ECOLÓGICO?
YO CUIDO EL PLANETA, SOY UN HOGAR ECOLÓGICO YO CUIDO EL PLANETA
Un Hogar Ecológico es aquel que se preocupa por el cuidado del medio ambiente y es
responsable en el uso de los recursos dentro de su hogar. Ser un Hogar Ecológico implica
contribuir activamente al cuidado del medio ambiente a través de pequeñas acciones que generan
un impacto positivo para el planeta
LA QUÍMICA NOS VISTE
Sin darnos cuenta convivimos diariamente con más de 100.000 sustancias químicas, muchas de las cuáles son nocivas para nuestro entorno y nuestra salud, de hecho, el aumento de enfermedades como el asma, el cáncer o las alergias es achacado por científicos a la exposición a este “coctkail químico”. Muchas de esas sustancias están presentes en nuestra segunda piel, la ropa.
El sector textil utiliza tóxicos, la mayoría de las veces de forma innecesaria, quizás porque no encuentran sustitutos a los mismo o quizás porque les conviene económicamente. Muchos de ellos no pueden ser degradados de forma natural, persiten en el medio y se van a acumulando en los tejidos. Dichas sustancias es conveniente eliminarlas tanto durante los procesos textiles industriales como en los productos finales que llegan al mercado en forma de chaquetas, faldas o pantalones.
Cuando vamos a comprar una camiseta nos fijamos únicamente en que nos guste y en el precio, pero sin darnos cuenta compramos también sustancias como ‘plomo’, muy utilizado en tintes y pigmentos, ‘níquel’ que se utiliza en procesos de tintado, ‘cromo VI’, usado en pigmentos, en productos de caucho o en el curtido de piel (muy tóxico y un conocido cancerígeno humano), y también, arilaminas, formaldehídos, alquifenoles… Todo ello ha influido en que en nuestra sangre haya más de 300 sustancias químicas que nuestros abuelos no tenían.
IMPORTANCIA DE LA QUÍMICA
Cualquier aspecto de nuestro bienestar material depende de la Química en cuanto esta ciencia proporciona los medios adecuados que lo hacen posible y así, por ejemplo, en lo que se refiere a nuestros medios de locomoción, la Química suministra aceros especiales y aleaciones ligeras,
Podemos pensar en la Cirugía sin anestésicos y antisépticos, en los aviones sin aleaciones ligeras ni gasolinas especiales, en los vestidos sin colorantes, en los puentes sin hierro y cemento, y en los túneles sin explosivos... El avance prodigioso de nuestra civilización en los últimos doscientos años, muchísimo mayor que en los, cuatro mil años anteriores, es el resultado del desarrollo y aplicación de la ciencia química, por la que el hombre ha adquirido un control sobre el medio exterior y aumentado su independencia respecto de él.
Industria quimica
pero todos estos progresos quimicos, con ser enormes, son únicamente un comienzo, pues los más intrigantes y prometedores secretos de la Naturaleza permanecen aún impenetrables. El químico ha llegado a resolver el misterio del átomo y dispone hoy de métodos para liberar las enormes reservas de energía dentro de él, pero nada sabemos acerca de las fuerzas químicas que distinguen la materia viva de la no-viviente. Así, por ejemplo, ¿cómo utiliza la hoja verde la luz solar para convertir el dióxido de carbono y el agua en alimentos?, y ¿por qué mecanismo las mínimas trazas de vitaminas y hormonas producen en el cuerpo humano los sorprendentes efectos conocidos? Las
Contrariamente a lo que podría suponerse, no ha llegado la Ciencia química a su culminación. A cada nuevo avance suceden nuevas preguntas cuya respuesta exige, más que la intuición de grandes genios, el trabajo en colaboración de sus cultivadores, tal como se ha puesto de manifiesto en los últimos años y descubrimientos sobre la estructura intima de la materia.
Industria quimica
La industria química se ocupa de la extracción y procesamiento de las materias primas, tanto naturales como sintéticas, y de su transformación en otras sustancias con características diferentes de las que tenían originalmente, para satisfacer las necesidades de las personas mejorando su calidad de vida. Su objetivo principal es elaborar un producto de buena calidad con el costo más bajo posible, y tratando de ocasionar el menor daño al medio ambiente. Las materias primas corresponden a diversos materiales extraídos de la naturaleza con el fin de fabricar bienes del consumo. Se la puede clasificar según su origen: animal, vegetal y mineral.
Existen dos tipos de industria química:
- Industria química de base: utilizan materias primas básicas y elaboran productos intermedios que también pueden servir de materia prima para otras industrias.
- Industrias químicas de transformación: están destinadas al consumo directo de las personas, emplean productos elaborados por las industrias químicas de base. La
- química fina, comprende numerosas industrias especializadas (medicamentos, fertilizantes, plaguicidas, colorantes, etc..).
Otro producto muy importante obtenido gracias a la química industrial es el plástico, que se obtiene por síntesis.
Fenómenos físicos y químicos
La materia puede someterse a dos tipos de procesos o fenómenos, los físicos y los químicos
Cuando ocurre un fenómeno físico las sustancias realizan un proceso o cambio sin perder sus propiedades características, es decir, sin modificar su naturaleza.
Por ejemplo, si disolvemos sal común en agua, tiene lugar un proceso físico, tras el cual la sal y el agua siguen teniendo las mismas propiedades características, como se puede comprobar recuperando la sal por calentamiento de la disolución. Es decir, en el proceso de disolución no se altera la naturaleza de las sustancias que se disuelven. Lo mismo ocurre al disolver azúcar en leche, alcohol en agua, al mezclar arena y serrín...
También es un proceso físico la fusión del hielo, pues el líquido que se obtiene sigue siendo agua, e incluso el paso de ésta a vapor.
Otros fenómenos físicos son el desplazamiento de un vehículo, el paso de la electricidad por los cables, la dilatación de un cuerpo al ser calentado, el paso de la luz a través de los cristales de una ventana o de una lente, etcétera.
Por el contrario, si unas sustancias se transforman en otras nuevas, de distinta naturaleza, se dice que ha tenido lugar un fenómeno químico.
Por ejemplo, el hierro de algunos objetos se combina con el oxígeno, en presencia de la humedad del aire, transformándose en una sustancia diferente, la herrumbre, que no tiene las propiedades características del metal, es decir no es tan dura, ni tiene su brillo y su color, ni funde a la misma temperatura, etc.
Es un fenómeno químico lo que ocurre al calentar un hilo de cobre, pues se transforma en otra sustancia diferente de color negro; también la combustión de un papel y la descomposición del agua por la electricidad.
Productos químicos de uso en el hogar
Si hiciéramos el ejercicio de revisar cuántos productos químicos hemos comprado en el mercado cada quincena o cada mes, nos daríamos cuenta de que por lo menos hay 10 de ellos incluyendo jabones, ceras, productos cosméticos, medicamentos, insecticidas, limpiavidrios, desinfectantes multiusos, ambientadores, desmanchadores y blanqueadores, entre otros.
Pero cuántos de ellos son considerados como peligrosos? Los usamos de manera racional y tenemos conciencia sobre la contaminación que provocamos o sobre los posibles accidentes en niños y mascotas?
A continuación mencionaremos algunos ejemplos de productos químicos que se utilizan en los hogares y sugerimos algunas medidas para su protección, la de su familia y la del medio ambiente:
Los Jabones y detergentes: son productos químicos de origen sintético cuya función es arrastrar la suciedad aumentando su solubilidad en agua, a través de un ingrediente principal llamado tensoactivo. Dado que hay diversos tipos de suciedad, así mismo hay diversos tipos de jabones y detergentes: unos suaves y otros fuertes. Dentro de los suaves podemos nombrar los shampoos, jabones cosméticos para manos y rostro, tanto líquidos como sólidos en barra. Dentro de los fuertes, se pueden mencionar los jabones para la ropa, los pisos, platos, etc.; aquellos que vienen en polvo o pasta, por lo general contienen sustancias abrasivas a base de silicatos y peróxidos o cáusticos que ayudan a desincrustar y disolver las grasas; pero estas sustancias son fuertemente irritantes, hacen mas reactivos los productos y poco biodegradables. Por ello su uso debe ser racional y es importante evitar las combinaciones o mezclas que puedan provocar reacciones químicas. Un caso muy frecuente de reacción química, es el que se presenta entre los desinfectantes a base de hipoclorito y los limpiadores multiusos a base agentes cáusticos como soda o amoníaco: al mezclarlos se libera gas cloro que es asfixiante y tóxico; provoca dificultad respiratoria y las consecuencias pueden ser muy graves según la cantidad inhalada.
Las ceras, betunes, velas, esencias y pegantes: son generalmente productos inflamables; es decir, que se encienden fácilmente en presencia de una fuente de calor o chispa. Actualmente, algunas ceras son emulsiones y los betunes y ceras contienen bases siliconadas que disminuyen sus propiedades inflamables; sin embargo, es necesario saber cuál es la clase de producto que estamos utilizando para concluir acerca de las condiciones en que se debe almacenar. Si los productos que compramos son inflamables, lo cual se advierte en la etiqueta, se hace indispensable buscar un lugar aireado, lejos de instalaciones eléctricas, calentadores o cualquier otra fuente de ignición.
Los insecticidas y raticidas: son sustancias tóxicas que se utilizan para el control de plagas en los hogares y se venden en una gran variedad de formas, haciendo alusión en ocasiones, a una baja toxicidad. Estos son productos químicos de manejo crítico puesto que no sólo contienen ingredientes tóxicos que pueden ser fatales al inhalarse, sino que algunos de ellos son inflamables también. Aunque se sugiera el uso de estos productos en presencia de la familia, es recomendable no hacerlo y mantenerlos alejados de otros productos especialmente de cualquier clase de alimento, con buena ventilación. La aplicación de estos productos debe hacerse únicamente cuando el área pueda estar totalmente despejada de personas; el plaguicida aplicado se debe dejar actuar durante algunas horas según recomendación de los fabricantes (por lo general cuatro horas es suficiente), y antes de permitir el ingreso de otras personas al lugar, se debe dejar airear como mínimo por 20 a 30 minutos. Es aconsejable no aplicar insecticidas indiscriminadamente ni en forma continua; su uso debe limitarse a la necesidad y se debe advertir a todos los miembros de la familia acerca de los peligros y de los lugares que han sido tratados con estos venenos.
Si hiciéramos el ejercicio de revisar cuántos productos químicos hemos comprado en el mercado cada quincena o cada mes, nos daríamos cuenta de que por lo menos hay 10 de ellos incluyendo jabones, ceras, productos cosméticos, medicamentos, insecticidas, limpiavidrios, desinfectantes multiusos, ambientadores, desmanchadores y blanqueadores, entre otros.
Pero cuántos de ellos son considerados como peligrosos? Los usamos de manera racional y tenemos conciencia sobre la contaminación que provocamos o sobre los posibles accidentes en niños y mascotas?
A continuación mencionaremos algunos ejemplos de productos químicos que se utilizan en los hogares y sugerimos algunas medidas para su protección, la de su familia y la del medio ambiente:
Los Jabones y detergentes: son productos químicos de origen sintético cuya función es arrastrar la suciedad aumentando su solubilidad en agua, a través de un ingrediente principal llamado tensoactivo. Dado que hay diversos tipos de suciedad, así mismo hay diversos tipos de jabones y detergentes: unos suaves y otros fuertes. Dentro de los suaves podemos nombrar los shampoos, jabones cosméticos para manos y rostro, tanto líquidos como sólidos en barra. Dentro de los fuertes, se pueden mencionar los jabones para la ropa, los pisos, platos, etc.; aquellos que vienen en polvo o pasta, por lo general contienen sustancias abrasivas a base de silicatos y peróxidos o cáusticos que ayudan a desincrustar y disolver las grasas; pero estas sustancias son fuertemente irritantes, hacen mas reactivos los productos y poco biodegradables. Por ello su uso debe ser racional y es importante evitar las combinaciones o mezclas que puedan provocar reacciones químicas. Un caso muy frecuente de reacción química, es el que se presenta entre los desinfectantes a base de hipoclorito y los limpiadores multiusos a base agentes cáusticos como soda o amoníaco: al mezclarlos se libera gas cloro que es asfixiante y tóxico; provoca dificultad respiratoria y las consecuencias pueden ser muy graves según la cantidad inhalada.
Las ceras, betunes, velas, esencias y pegantes: son generalmente productos inflamables; es decir, que se encienden fácilmente en presencia de una fuente de calor o chispa. Actualmente, algunas ceras son emulsiones y los betunes y ceras contienen bases siliconadas que disminuyen sus propiedades inflamables; sin embargo, es necesario saber cuál es la clase de producto que estamos utilizando para concluir acerca de las condiciones en que se debe almacenar. Si los productos que compramos son inflamables, lo cual se advierte en la etiqueta, se hace indispensable buscar un lugar aireado, lejos de instalaciones eléctricas, calentadores o cualquier otra fuente de ignición.
Los insecticidas y raticidas: son sustancias tóxicas que se utilizan para el control de plagas en los hogares y se venden en una gran variedad de formas, haciendo alusión en ocasiones, a una baja toxicidad. Estos son productos químicos de manejo crítico puesto que no sólo contienen ingredientes tóxicos que pueden ser fatales al inhalarse, sino que algunos de ellos son inflamables también. Aunque se sugiera el uso de estos productos en presencia de la familia, es recomendable no hacerlo y mantenerlos alejados de otros productos especialmente de cualquier clase de alimento, con buena ventilación. La aplicación de estos productos debe hacerse únicamente cuando el área pueda estar totalmente despejada de personas; el plaguicida aplicado se debe dejar actuar durante algunas horas según recomendación de los fabricantes (por lo general cuatro horas es suficiente), y antes de permitir el ingreso de otras personas al lugar, se debe dejar airear como mínimo por 20 a 30 minutos. Es aconsejable no aplicar insecticidas indiscriminadamente ni en forma continua; su uso debe limitarse a la necesidad y se debe advertir a todos los miembros de la familia acerca de los peligros y de los lugares que han sido tratados con estos venenos.
Pero cuántos de ellos son considerados como peligrosos? Los usamos de manera racional y tenemos conciencia sobre la contaminación que provocamos o sobre los posibles accidentes en niños y mascotas?
A continuación mencionaremos algunos ejemplos de productos químicos que se utilizan en los hogares y sugerimos algunas medidas para su protección, la de su familia y la del medio ambiente:
Los Jabones y detergentes: son productos químicos de origen sintético cuya función es arrastrar la suciedad aumentando su solubilidad en agua, a través de un ingrediente principal llamado tensoactivo. Dado que hay diversos tipos de suciedad, así mismo hay diversos tipos de jabones y detergentes: unos suaves y otros fuertes. Dentro de los suaves podemos nombrar los shampoos, jabones cosméticos para manos y rostro, tanto líquidos como sólidos en barra. Dentro de los fuertes, se pueden mencionar los jabones para la ropa, los pisos, platos, etc.; aquellos que vienen en polvo o pasta, por lo general contienen sustancias abrasivas a base de silicatos y peróxidos o cáusticos que ayudan a desincrustar y disolver las grasas; pero estas sustancias son fuertemente irritantes, hacen mas reactivos los productos y poco biodegradables. Por ello su uso debe ser racional y es importante evitar las combinaciones o mezclas que puedan provocar reacciones químicas. Un caso muy frecuente de reacción química, es el que se presenta entre los desinfectantes a base de hipoclorito y los limpiadores multiusos a base agentes cáusticos como soda o amoníaco: al mezclarlos se libera gas cloro que es asfixiante y tóxico; provoca dificultad respiratoria y las consecuencias pueden ser muy graves según la cantidad inhalada.
Las ceras, betunes, velas, esencias y pegantes: son generalmente productos inflamables; es decir, que se encienden fácilmente en presencia de una fuente de calor o chispa. Actualmente, algunas ceras son emulsiones y los betunes y ceras contienen bases siliconadas que disminuyen sus propiedades inflamables; sin embargo, es necesario saber cuál es la clase de producto que estamos utilizando para concluir acerca de las condiciones en que se debe almacenar. Si los productos que compramos son inflamables, lo cual se advierte en la etiqueta, se hace indispensable buscar un lugar aireado, lejos de instalaciones eléctricas, calentadores o cualquier otra fuente de ignición.
Los insecticidas y raticidas: son sustancias tóxicas que se utilizan para el control de plagas en los hogares y se venden en una gran variedad de formas, haciendo alusión en ocasiones, a una baja toxicidad. Estos son productos químicos de manejo crítico puesto que no sólo contienen ingredientes tóxicos que pueden ser fatales al inhalarse, sino que algunos de ellos son inflamables también. Aunque se sugiera el uso de estos productos en presencia de la familia, es recomendable no hacerlo y mantenerlos alejados de otros productos especialmente de cualquier clase de alimento, con buena ventilación. La aplicación de estos productos debe hacerse únicamente cuando el área pueda estar totalmente despejada de personas; el plaguicida aplicado se debe dejar actuar durante algunas horas según recomendación de los fabricantes (por lo general cuatro horas es suficiente), y antes de permitir el ingreso de otras personas al lugar, se debe dejar airear como mínimo por 20 a 30 minutos. Es aconsejable no aplicar insecticidas indiscriminadamente ni en forma continua; su uso debe limitarse a la necesidad y se debe advertir a todos los miembros de la familia acerca de los peligros y de los lugares que han sido tratados con estos venenos.
Que es la contaminación y qué la produce
La contaminación atmosférica es la presencia en la atmósfera de sustancias en una cantidad que implique molestias o riesgo para la salud de las personas y los demás seres vivos.
Aunque puede ocurrir por causas naturales, como las erupciones volcánicas, los incendios forestales no provocados o la actividad de algunos seres vivos, la mayor parte de la contaminación actual (la más constante y dañina) se debe a las actividades del ser humano, sobre todo a los procesos industriales y a la quema de combustibles fósiles.
Exosfera terrestre
Se localiza por encima de la termosfera, entre los 500 y 10.000 kilómetros de altitud, en contacto con el espacio exterior, donde existe prácticamente el vacío. Es la región atmosférica más distante de la superficie terrestre. En esta capa la temperatura no varía y el aire pierde sus cualidades físico–químicas.
Su límite inferior se localiza a una altitud generalmente de 500 km, aproximadamente. Su límite con el espacio llega en promedio a los 10 000 km por lo que la exosfera está contenida en la magnetosfera (representa el campo magnético de la tierra) (500-60 000 km). En esa región, hay un alto contenido de polvo cósmico que cae sobre la Tierra. Es la zona de tránsito entre la atmósfera terrestre y el espacio interplanetario y en ella se pueden encontrar satélites meteorológicos de órbita polar.
En la exosfera, el concepto popular de temperatura desaparece, ya que la densidad del aire es casi despreciable; además contiene un flujo o bien llamado plasma, que es el que desde el exterior se le ve como los Cinturones de Van Allen. Aquí es el único lugar donde los gases pueden escapar ya que la influencia de la fuerza de la gravedad no es tan grande. En la exosfera también se encuentran los satélites artificiales.
Atmósfera terrestre
La atmósfera terrestre es la parte gaseosa de la Tierra, siendo por esto la capa más externa y menos densa del planeta. Está constituida por varios gases que varían en cantidad según la presión a diversas alturas. Esta mezcla de gases que forma la atmósfera recibe genéricamente el nombre de aire. El 75 % de masa atmosférica se encuentra en los primeros 11 km de altura, desde la superficie del mar. Los principales gases que la componen son: el oxígeno (21 %) y el nitrógeno (78 %), seguidos del argón, el dióxido de carbono y el vapor de agua.
La atmósfera y la hidrosfera constituyen el sistema de capas fluidas superficiales del planeta, cuyos movimientos dinámicos están estrechamente relacionados. Las corrientes de aire reducen drásticamente las diferencias de temperatura entre el día y la noche, distribuyendo el calor por toda la superficie del planeta. Este sistema cerrado evita que las noches sean gélidas o que los días sean extremadamente calientes.
La atmósfera protege la vida sobre la Tierra, absorbiendo gran parte de la radiación solar ultravioleta en la capa de ozono. Además, actúa como escudo protector contra los meteoritos, los cuales se desintegran en polvo a causa de la fricción que sufren al hacer contacto con el aire.
La atmósfera terrestre es la parte gaseosa de la Tierra, siendo por esto la capa más externa y menos densa del planeta. Está constituida por varios gases que varían en cantidad según la presión a diversas alturas. Esta mezcla de gases que forma la atmósfera recibe genéricamente el nombre de aire. El 75 % de masa atmosférica se encuentra en los primeros 11 km de altura, desde la superficie del mar. Los principales gases que la componen son: el oxígeno (21 %) y el nitrógeno (78 %), seguidos del argón, el dióxido de carbono y el vapor de agua.
La atmósfera y la hidrosfera constituyen el sistema de capas fluidas superficiales del planeta, cuyos movimientos dinámicos están estrechamente relacionados. Las corrientes de aire reducen drásticamente las diferencias de temperatura entre el día y la noche, distribuyendo el calor por toda la superficie del planeta. Este sistema cerrado evita que las noches sean gélidas o que los días sean extremadamente calientes.
La atmósfera protege la vida sobre la Tierra, absorbiendo gran parte de la radiación solar ultravioleta en la capa de ozono. Además, actúa como escudo protector contra los meteoritos, los cuales se desintegran en polvo a causa de la fricción que sufren al hacer contacto con el aire.
Historia de la tabla periódica
Los seres humanos siempre hemos estado tentados a encontrar una explicación a la complejidad de la materia que nos rodea. Al principio se pensaba que los elementos de toda materia se resumían al agua, tierra, fuego y aire. Sin embargo al cabo del tiempo y gracias a la mejora de las técnicas de experimentación física y química, nos dimos cuenta de que la materia es en realidad más compleja de lo que parece. Los químicos del siglo XIX encontraron entonces la necesidad de ordenar los nuevos elementos descubiertos. La primera manera, la más natural, fue la de clasificarlos por masas atómicas, pero esta clasificación no reflejaba las diferencias y similitudes entre los elementos. Muchas más clasificaciones fueron adoptadas antes de llegar a la tabla periódica que es utilizada en nuestros días
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La tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos químicos en forma de tabla, ordenados por su número atómico (número de protones), por su configuración de electrones y sus propiedades químicas. Este ordenamiento muestra tendencias periódicas, como elementos con comportamiento similar en la misma columna.
En palabras de Theodor Benfey, la tabla y la ley periódica «son el corazón de la química —comparables a la teoría de la evolución en biología (que sucedió al concepto de la Gran Cadena del Ser), y a las leyes de la termodinámica en la física clásica».2
Las filas de la tabla se denominan períodos y las columnas grupos. Algunos grupos tienen nombres. Así por ejemplo el grupo 17 es el de los halógenos y el grupo 18 el de los gases nobles. La tabla también se divide en cuatro bloques con algunas propiedades químicas similares. Debido a que las posiciones están ordenadas, se puede utilizar la tabla para obtener relaciones entre las propiedades de los elementos, o pronosticar propiedades de elementos nuevos todavía no descubiertos o sintetizados. La tabla periódica proporciona un marco útil para analizar el comportamiento químico y es ampliamente utilizada en química y otras ciencias.
Dmitri Mendeléyev publicó en 1869 la primera versión de tabla periódica que fue ampliamente reconocida. La desarrolló para ilustrar tendencias periódicas en las propiedades de los elementos entonces conocidos, al ordenar los elementos basándose en sus propiedades químicas,3 si bien Julius Lothar Meyer, trabajando por separado, llevó a cabo un ordenamiento a partir de las propiedades físicas de los átomos.4 Mendeléyev también pronosticó algunas propiedades de elementos entonces desconocidos que anticipó que ocuparían los lugares vacíos en su tabla. Posteriormente se demostró que la mayoría de sus predicciones eran correctas cuando se descubrieron los elementos en cuestión.
La tabla periódica de los elementos es una disposición de los elementos químicos en forma de tabla, ordenados por su número atómico (número de protones), por su configuración de electrones y sus propiedades químicas. Este ordenamiento muestra tendencias periódicas, como elementos con comportamiento similar en la misma columna.
En palabras de Theodor Benfey, la tabla y la ley periódica «son el corazón de la química —comparables a la teoría de la evolución en biología (que sucedió al concepto de la Gran Cadena del Ser), y a las leyes de la termodinámica en la física clásica».2
Las filas de la tabla se denominan períodos y las columnas grupos. Algunos grupos tienen nombres. Así por ejemplo el grupo 17 es el de los halógenos y el grupo 18 el de los gases nobles. La tabla también se divide en cuatro bloques con algunas propiedades químicas similares. Debido a que las posiciones están ordenadas, se puede utilizar la tabla para obtener relaciones entre las propiedades de los elementos, o pronosticar propiedades de elementos nuevos todavía no descubiertos o sintetizados. La tabla periódica proporciona un marco útil para analizar el comportamiento químico y es ampliamente utilizada en química y otras ciencias.
Dmitri Mendeléyev publicó en 1869 la primera versión de tabla periódica que fue ampliamente reconocida. La desarrolló para ilustrar tendencias periódicas en las propiedades de los elementos entonces conocidos, al ordenar los elementos basándose en sus propiedades químicas,3 si bien Julius Lothar Meyer, trabajando por separado, llevó a cabo un ordenamiento a partir de las propiedades físicas de los átomos.4 Mendeléyev también pronosticó algunas propiedades de elementos entonces desconocidos que anticipó que ocuparían los lugares vacíos en su tabla. Posteriormente se demostró que la mayoría de sus predicciones eran correctas cuando se descubrieron los elementos en cuestión.
El Ciclo Celular
El ciclo celular es un conjunto ordenado de eventos que culmina con el crecimiento de la célula y la división en dos células hijas. Las células que no están en división no se consideran que estén en el ciclo celular. Las etapas, mostradas a la izquierda, son G1-S-G2-M. El estado G1 quiere decir "GAP 1"(Intervalo 1). El estado S representa "Síntesis". Este es el estado cuando ocurre la replicación del ADN. El estado G2 representa "GAP 2"(Intervalo 2). El estado M representa "mitosis", y es cuando ocurre la división nuclear (los cromosomas se separan) y citoplasmática (citocinesis). La Mitosis además se divide en 4 fases, las cuáles se pueden ver en la próxima página. |
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